El Precio del Coleccionismo

Todos hemos escuchado las historias de personas que han invertido cientos de miles de dólares en artículos de alguna franquicia o marca específica. Desde los amantes de Star Wars que llevan 4 décadas adquiriendo artículos y buscando los menos comunes, hasta quienes consiguen y restauran objetos como máquinas dispensadoras de Coca-Cola que datan de los años 50.

Es fácil asumir que el mercado de coleccionistas es de un nicho muy específico y pequeño. Lo primero es cierto, ya que no cualquier persona está dispuesta a gastar el dinero que cuesta un carro del año y lujoso, en una figura, un libro o una imagen. No obstante es erróneo pensar que el nicho es pequeño, pues mueve grandes cantidades de dinero en todo el mundo de forma constante.

Desde subastas presenciales hasta aquellas que se llevan a cabo en Internet, muchos luchan por adquirir ese único artículo que falta para completar su colección o una parte importante de ella.

El valor de lo único

Hay varios factores que le dan valor a un artículo específico, como por ejemplo:

• Pocos ejemplares fueron hechos
• Errores distintivos y famosos
• Pertenecer a la primera edición creada
• Calidad en su creación
• Contar con la firma del creador
• Antigüedad
• Mantener la calidad a través de mucho tiempo
• Dueños previos

Todos estos elementos y algunos más, se suman para dar valor a las colecciones y artículos específicos. Y si bien los nichos son específicos, cada vez crece más el mercado, aunque sí, son una minoría aquellos que tienen las colecciones más valiosas, pero es es por definición, no porque sea poco conveniente

Para empezar, para un coleccionista que le importe completar y competir con otros, todo acerca de alguna marca, franquicia o persona será valioso. Por otra parte existen aquellas personas a quienes no les interesa comparar sus colecciones con las de otros, ni hacerse de todo lo que haya disponible. Estos también son seguidores o fanáticos de algo, pero solo coleccionan aquello que, además del valor en el mercado, tiene valor para ellos de manera personal. Por ejemplo, quienes buscan conseguir una primera edición firmada por el autor de su libro favorito, o ciertas versiones de alguna película o figura de colección.

En el segundo escenario, es más común encontrar que cada vez más empresas apelan a estos gustos y desde la manufactura inicial de algún producto, crean versiones de mayor costo y cantidades limitadas, que serán de mayor valor para sus clientes más leales

Ejemplos

Tres de los ejemplos más peculiares son:

Star Wars desde un inicio ha vendido juguetes y figuras de colección. Debido a la fabricación y empaque, a través de la historia ha habido variaciones peculiares. Contra más rara sea esta, más caro el artículo. El sitio oficial enlista algunas de las más populares de la trilogía original, que incluyen patrones de color diferentes en ropa, piel, cabello y accesorios, así como defectos en materiales, pintura o partes del personaje.

Otro caso es el del manuscrito más caro de la historia, y que bien debería de pertenecer a un museo. Se trata de un diario de 72 páginas escrito por Leonardo Da Vinci y que Bill Gates adquirió en 1994 por $30,802,500 USD. Tres años después digitalizó el documento y lo puso al alcance de todos.

Finalmente, para los lectores de fantasía, recientemente salió a la venta en eBay una colección de 7 de las 10 novelas de The Malazan Book of the Fallen (faltan 3 por publicar en esa edición) de Steven Erikson. La editorial, Subterranean Press, solo imprime unos cuantos ejemplares de cada volumen de la serie, en pasta dura, con papel e impresión de alta calidad, así como ilustraciones exclusivas. Además, cada libro en esta colección está firmada por el autor, lo cual permite al vendedor pedir $16,000 USD por todos ellos.

¿Y a ti qué te gusta coleccionar?

Redacción Círculo Marketing