¿La vida es un videojuego?

  • Sin Comentarios
  • 2391
  • 0

Jefe de Desarrollo en Digital Friks

Oliver Emberton tiene una singular manera de ver la vida: como un juego de estrategia, hasta se encargó de escribir en su sitio oficial una guía. “La clave para ganar es simplemente manejar tus recursos”, asegura.

De acuerdo con el autor, la vida real tiene divertidos mini juegos como: bailar, manejar, correr o tener sexo, y los jugadores exitosos ocupan su tiempo en las cosas correctas.

Como en los videojuegos, se te asigna un personaje al azar y durante los primeros 15 años de tu vida son puros tutoriales, y no, no puedes ‘brincártelos’ como en Fable. Con el tiempo te volverás un joven adulto que tendrá mucho tiempo y energía pero nada de experiencia, y en esta etapa más vale elevar tus habilidades porque nunca más tendrás tanto tiempo y energía. “El problema es que, no siempre sabrás qué tareas elegir y tu cuerpo no siempre obedecerá tus comandos”, dice el autor.

Si pudiéramos ver las “barritas” (de vida o de armas) como las que aparecen en juegos como Zelda: Ocarina of the Time, habría tres aspectos básicos; salud, energía y voluntad. Si alguna de ellas está baja tu cuerpo desobedecerá tus instrucciones hasta que tus necesidades sean satisfechas.

El nivel de voluntad es claramente importante, todos los días se gasta y todos los días se vuelve a llenar luego de comer, dormir y cubrir otras necesidades básicas, si el nivel de voluntad no aumenta, no podrás hacer otra cosa que lo que en verdad quieres hacer.

Escoger las tareas a realizar es prácticamente todo el juego, y hay que estar seguros de elegir las valiosas, las que, eventualmente nos llevarán lejos por ejemplo: “aprender un nuevo idioma” por encima de “dominar la pelota de estambre”.
“Para cuando la mayoría de nosotros haya entendido cómo funciona la vida, habremos gastado mucho de la mejor parte”, concluyó Emberton.

DF/SWF

Comentarios

Deja un Comentario

Tu Comentario (Requerido)

Nombre (Requerido)

Email (Requerido)

Website

Mostrar botones
Ocultar botones