La Exploración Espacial Y Sus Beneficios
Ya hablamos de algunas maneras en las que el desarrollo de tecnología militar nos ha beneficiado a todos. Y más importante aún, la capacidad que tenemos para transformar tecnología bélica, en invenciones que mejoran el mundo. Además de ello, también los beneficios que pueden llegar en el futuro. Como especie tenemos una ambición compartida, que es parte de nuestra naturaleza: buscar más.
Esto nos ha causado problemas como humanos, y también nos puede hacer tomar malas decisiones individuales. Sin embargo es también el motor que nos ha hecho desarrollar ciencia y tecnología. Es esta misma ambición la que nos lleva a querer conocer lo desconocido. La característica más básica de la ciencia es la curiosidad.
Tal parece que desde niños, poseemos este deseo por conocer el mundo a nuestro alrededor. No es casualidad que se hagan bromas de la ‘edad del ¿por qué?’, durante la cual, de pequeños, todo el tiempo preguntamos la razón de las cosas. De hecho es una de las etapas más importantes en el desarrollo infantil, de acuerdo con Live Science.
¿Por qué el cielo es azul? ¿Por qué ladran los perros? ¿Por qué sale el sol en el día? Y estas preguntas que parecen tan inocentes y que podríamos responder de manera sencilla, en algún momento fueron curiosidades serias que llevaron a otras personas a buscar las respuestas que ahora aprendemos sencillamente en la escuela o con nuestros familiares y amigos.
Actualmente hay preguntas más complejas que seguramente en el futuro serán respondidas y, más adelante, serán de conocimiento común para cualquiera. Entre ellas está saber qué más existe, además de nuestro mundo. El impulso que motiva interrogantes como ‘¿hay otros universos?’ ‘¿Qué es la materia oscura?’, y ¿qué es la energía oscura?, es la misma ambición de la que hablamos antes.
Esa pasión por descubrir nos hace exploradores. De la misma manera en la que en siglos pasados hubo aventureros dispuestos a morir en el camino a descubrimientos enormes, hoy buscamos más que nunca, hallar lo que hay fuera de la Tierra. Estas búsquedas dieron resultados en el pasado como encuentros entre civilizaciones, toparse con tierras nuevas y eventualmente conocer nuestro planeta, que aún guara secretos en su suelo y aguas.
Hoy en día, organizaciones como la NASA y la Agencia Espacial Europea, han aprovechado Internet para llevar sus misiones y objetivos al conocimiento de cualquiera que desee aprender de ellos. La intención es clara: si la gente se interesa por la ciencia y la tecnología, será más sencillo contar con una opinión pública favorable que no sólo apoye, sino incluso pida que se dediquen más fondos a la exploración del espacio y otros cuerpos celestes.
Sin embargo, el reto es ir más allá de nuestra naturaleza que exige inmediatez. Vivimos en una época en la que es relativamente accesible y sencillo hacer o conseguir lo que se desee en cualquier momento, en un lapso breve y con poco esfuerzo. ¿Quieres un libro? Saca tu smartphone, compra la versión digital, descárgalo y comienza a leerlo en menos de 3 minutos. ¿Tienes hambre? Entra a internet, ordena en línea tu pedido y recíbelo durante los siguientes 45 minutos en tu puerta. ¿Deseas ir al cine? Tan sencillo como consultar la cartelera en línea, comprar los boletos de la misma forma y asistir a la función.
¿Cómo entonces transmitir y generar curiosidad por aquello que se percibe lejano y tardado? Una misión humana a Marte tomaría meses de traslado. No sólo ello, sino que para realizarla, antes se requiere tecnología más avanzada y una preparación larga. La respuesta hasta ahora ha sido el marketing. Las redes sociales digitales han facilitado el contacto con el público y vaya que se ha aprovechado.
Por ejemplo, la NASA transmitió vía Internet la llegada a Marte de su misión Curiosity y desde entonces ha publicado información en Twitter. Crearon un perfil para el rover que está en suelo marciano y publican no sólo con enfoque informativo, sino manteniendo incluso cierto humor, al darle características humanas y una voz al robot. Así, la cuenta de Twitter es propia de “Curiosity” y nos “habla” desde Marte.
Esto es muy necesario, ya que ese apoyo puede impactar en los presupuestos destinados a este campo. En 2015 la NASA recibió 18 mil millones de dólares y la Agencia Espacial Europea (ESA) contó con 5 mil millones de dólares, según sus respectivos sitios (NASA; ESA).
Otra forma de infundir en otros la pasión por el espacio es difundir todo lo que tenemos actualmente, que es producto del desarrollo de tecnología creada inicialmente con el motivo exclusivo de entender el espacio exterior. Finalmente, otro camino para que la población general se adhiera a estos esfuerzos, es mostrar lo que se busca lograr y qué significaría para ellos. Hay quienes se complacen del mero conocimiento. Otros pueden ser convencidos al ver las aplicaciones tangibles que cierta tecnología tendrá en el futuro cercano.
¿Qué le debemos a la carrera espacial?
Es muy bien sabido que una calculadora digital actual, tiene más capacidad de procesamiento que la computadora utilizada en las misiones Apolo. Esto nos permite ver cuánto puede lograrse con tan poco en la exploración espacial, lo importante de aprovechar al máximo los recursos y lo que podemos obtener eventualmente de manera accesible.
Para empezar, desde su fundación en 1958 la NASA tiene la obligación de desarrollar tecnología que beneficie a toda la humanidad, de acuerdo con lo establecido por el gobierno estadounidense. Un primer ejemplo es la comida congelada. Mientras que la comida enlatada se desarrolló por la necesidad de los ejércitos por preservar, los empaques con comida congelada y la deshidratada, fueron hechos para almacenar comida para los astronautas.
Otra tecnología asombrosa y que nos beneficiará cada vez más son los páneles solares. En general la generación y aprovechamiento de energía es una de las más grandes limitantes que tenemos en todo aspecto. Desde llevar una nave a otros planetas, hasta cubrir las necesidades de una ciudad, la energía es un reto. Al estar en el espacio la respuesta lógica es aprovechar el sol. Hoy en día cada vez más empresas y hogares sustentables las aprovechan, cuando inicialmente se desarrollaron para alimentar satélites artificiales.
En la película The Martian que salió hace algunas semanas, y que la NASA aprovechó como promoción, dejan algo muy claro: el fuego en una misión espacial es un gran riesgo. Por lo tanto, otro invento que ha salvado muchas vidas, lo debemos a los esfuerzos del siglo XX por llegar a la Luna: el detector de humo.
Para todos aquellos que usamos gafas (sean por gusto o prescripción médica), es horrible que éstas se rayen. Es por ello que muchas veces se opta por adquirir aquellas resistentes a este maltrato. Este material fue creado por la NASA para usarse en los visores de sus cascos, para que contaran con mayor resistencia y no fueran tan fáciles de dañar y terminar inservibles.
¿Qué podemos esperar en el futuro próximo?
Así como tenemos muchas ventajas actualmente debido a estas tecnologías, es que también podemos emocionarnos por algunas de las invenciones y ciertos descubrimientos que podrán llegar pronto.
Uno de los más grandes es la búsqueda de vida fuera de la Tierra. Los tres candidatos más viables actualmente son Europa (satélite natural de Júpiter), Encélado (satélite natural de Saturno) y Marte. El planeta vecino recientemente mostró la posibilidad de agua líquida en su superficie. Los satélites mencionados parecen contener el mismo líquido debajo de su superficie sólida. Ya que es un ingrediente básico para la vida como la conocemos, serán explorados este siglo y quizás nos muestren definitivamente que no estamos solos en el universo.
Mejores robots. La exploración espacial requiere de herramientas con gran autonomía, ya que con grandes distancias, se vuelve imposible controlarlas a distancia. Cuando se envían misiones no tripuladas, es imprescindible que éstas sean capaces de llevar a cabo tareas complejas por sí mismas. Estos avances en robótica y computación también prometen facilitar nuestras labores diarias.
Nanotecnología. Una rama sumamente necesaria es la miniaturización de la tecnología. Ésta permite la utilización de poco espacio y peso para lograr una función. En la exploración espacial significa ahorro y mayor rendimiento. En la vida diaria podrá significar mejoras en la salud. Por ejemplo, pequeñas nanomáquinas en el torrente sanguíneo serán capaces de localizar y atacar directamente un tumor. Otras podrán hacer reparaciones a nivel microscópico, tanto de objetos como de tejido vivo. Finalmente, se tendrá más eficiencia energética paulatinamente, mediante sus múltiples usos, según el gobierno de EUA.
3 elementos necesarios para volver más eficientes y seguros los transportes espaciales y sus respectivas misiones. Sin embargo no se limitan a estas tareas. Tener mejores sensores, con una precisión más acertada, beneficia todo tipo de actividades. Desde la detección de movimiento en un teléfono celular, hasta la precisión para entender algunas condiciones de salud.
Por su parte las mejoras en aeronáutica ayudarán a los viajes en la Tierra: serán más económicos y veloces, con lo que la economía global puede ver mejoras. También se investiga el uso de energías sustentables para aeronaves, de acuerdo con la BBC. Asimismo, mejorar las capacidades de procesamiento computacional con las que contamos, es una necesidad pues estamos llegando al límite de la miniaturización de componentes hechos de silicón.
Sin duda el futuro traerá grandes descubrimientos científicos y avances tecnológicos. ¿Cuáles otros conoces y te parecen emocionantes?
Redacción Círculo Marketing
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