Las Cosas que se Benefician del Desorden

Por Jonathan Becher

Había estado evitando leer Antifrágil, el más reciente libro –aunque ya publicado hace tres años– de Nassim Nicholas Taleb. No tengo nada contra Taleb, lo sigo en Twitter y realmente disfruté sus primeros libros: El cisne negro y Engañados al azar.

Los rumores que rodeaban Antifrágil eran irregulares. Un amigo mío resumió su opinión en una palabra: “Eh”. Finalmente, este fin de semana decidí leerlo. De principio a fin. Y me gustó. No tanto como los otros dos libros, pero hay mucho en su escritura que vale la pena.

El libro comienza con el concepto de antifrágil en sí mismo. No sólo se refiere al significado de frágil o inquebrantable. Taleb lo utiliza para referirse a una categoría de cosas que se vuelven mejores con la adversidad y prosperan frente al caos. Es por eso que el subtítulo del libro es “Las cosas que se benefician del desorden”.

El ejemplo prototípico es la Hydra, la criatura de la mitología griega con muchas cabezas que cuando una de ellas es cortada, dos más vuelven a crecer en su lugar. Un ejemplo más común sucede en el gimnasio: cuando levanto pesas mis músculos se rasgan ligeramente, pero una vez que se curan, yo me hago más fuerte y puedo levantar más peso. De hecho, todo nuestro cuerpo es antifrágil.

Ahora bien, las unidades más pequeñas tienden a ser más frágiles que los sistemas grandes y más complejos de los que forman parte. Entonces, en los negocios, ¿cómo puede una organización ser más antifrágil?

La estabilidad no es necesariamente buena, cuanto más tiempo pasamos sin variaciones, sin aleatoriedad, las peores consecuencias sucederán cuando llegue el impredecible final.

¿Cuál es mi interpretación? Taleb está de acuerdo con mi evaluación de que “el fracaso es el nuevo éxito”. Si quieres ser antifrágil, tienes que estar dispuesto a hacer y aceptar los errores.

Artículo cortesía de Jonathan Becher.com, si quieres leer el artículo original “What the heck is Antifragile”, consúltalo aquí.