Publicidad Y Controversias

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Publicidad Controversias

Se dice que no hay tal cosa como la mala publicidad. La idea detrás de esto es que si hablan de tu marca, pase lo que pase, incluso durante las controversias y los peores momentos, existirá una forma de contar la historia que beneficie a tu compañía y mejore la relación con clientes, al igual que las ventas y la atención que recibes por parte del público en general.

Tal parece que la publicidad y las controversias van mano en mano. Basta con analizar las imágenes y los textos de hace varias décadas para encontrar ejemplos que hoy nos escandalizarían por manejar tonos sexistas, racistas o que discriminen de alguna otra forma. Por ejemplo, las regulaciones al anunciar productos con tabaco son recientes como muestra Gizmodo, así como las de alcohol; antes se daba más libertad en los mensajes publicitarios que generaba sus propios problemas.

Anuncio de cigarros de 1881

Anuncio de cigarrillos de 1881 que prometía alivio inmediato en casos de asma, bronquitis, falta de aliento e influenza.

 

Asimismo esto cambia según la época, cultura y lugar. A estos factores se suman las características demográficas de las audiencias y el impacto esperado, junto con la respuesta que se busca por parte de quienes consumen el mensaje. La idea usualmente es ser memorable, atractivo y generar suficiente interés o curiosidad para que las personas se acerquen a la marca. Si es posible, incluso generar una venta y a partir de ahí iniciar una relación con un nuevo cliente.

Vivimos en una época peculiar. Por un lado el content marketing se ha vuelto la norma. El contenido de valor ha hecho que el marketing digital ofrezca oportunidades indiscutibles para las empresas que buscan un retorno de su inversión que sea rápido y significativo, con efectos medibles. Sin duda esto pone en dificultades a la publicidad tradicional, aunque como muchas otras cosas, no se trata de si desaparecerá o no, sino de cómo se está usando hoy en día ante los cambios en la mercadotecnia.

Cada vez menos gente quiere ver un anuncio comercial tradicional, es más, los ignoran o los sienten como intrusos en su día a día. Por lo tanto es bueno que cualquier mensaje publicitario vaya acompañado de algo que enriquezca la experiencia de los clientes.

Por otro lado la transparencia y el acceso a la información de todo tipo, así como el progreso de la sociedad, han ayudado a que poco a poco sean más los grupos minoritarios que reciben reconocimiento. Una consecuencia de esto es que, como en todo, existen personas radicales. Si este comportamiento se suma a una falta de conocimiento y madurez sobre un tema, entonces da como resultado:

Sociedad de lo políticamente correcto

Existen muchos temas en nuestros días que generan controversia y que son delicados. Cada marca debe estar familiarizado con ellos, pues es casi cada semana que escuchamos sobre alguna compañía que intentó aprovechar un trending topic de Twitter, para percatarse (demasiado tarde) de que usó el humor en un tema muy delicado o hizo el ridículo al no entender el sarcasmo.

Otros intentan sacar provecho de situaciones reales, pero incluso a pesar de usar algo de humor, terminan por realizar publicaciones de promoción en momentos delicados y el efecto final es contraproducente para la marca en cuestión y puede terminar en consecuencias perjudiciales para el equipo interno. Un ejemplo fue cuando Walmart publicó un tuit 30 minutos después de un sismo en México, de 7.9 grados en la escala de Richter, como lo recuerda El Universal. Éste decía “Ahora sí pusimos a temblar a las otras tiendas con nuestros precios”. Si bien la idea es divertida ahora, en el momento causó indignación y ridículo, pues la situación era tensa y aún no se tenían informes sobre los daños del sismo en el país.

Si somos fríos al respecto, sí existe la publicidad mala: cuando esta misma o la controversia alrededor de ella, dañan la reputación de la marca frente a sus consumidores y clientes potenciales, entre otros. Así es, si somos realistas cuando la imagen de una marca es criticada por quienes no son su audiencia, quizás desate incluso el fervor de los más leales para salir a defenderla y el efecto sea positivo. La polarización genera conversación y, con ello, atención que una empresa puede aprovechar.

Más allá de las controversias

No obstante es importante mencionar que nadie se escapa de las controversiasno todo se trata de los consumidores. ¿Cómo? ¿No es la satisfacción del cliente la prioridad máxima? Sí, pero no la única. Si entre los socios, trabajadores o inversionistas se daña la reputación de la imagen, incluso si suben las ventas, es posible que existan problemas al interior de la organización.

Por lo tanto es importante ser cuidadosos con lo que se publica en cualquier medio, y más cuando es parte de una campaña de publicidad. Incluso cuando se haga en línea y se pueda retirar igualmente de manera veloz (como hizo Walmart) si algo estuvo en Internet por lo menos unos segundos (y más cuando es un error o algo ridículo), es casi seguro que alguien en algún lugar del planeta habrá capturado la evidencia del error.

No es un problema ser políticamente correctos ni debería de ser algo incómodo para las marcas actuar de forma idónea, sino una forma de explotar la creatividad y probar caminos nuevos, sin que los límites afecten. Al mismo tiempo es común ver marcas a las que les gusta ver el mundo arder, como Amazon. La empresa de Jeff Bezos recientemente publicó respondió con lenguaje de doble sentido a una queja de una cliente que recibió un juguete sexual en lugar de una pieza para su piercing, de acuerdo con el sitio británico Express.

Tampoco podemos olvidar que el humor no está peleado con la publicidad y que, de la misma forma, los trolls de Internet jamás se extinguirán. Es más, se siguen reproduciendo y por lo tanto es conveniente no alimentarlos. Sí, responder a lo que dicen de inicio (cuando no son insultos) es bueno, así como identificarlos para saber hacerlo cada vez mejor. Sin embargo tampoco podemos complacer a todo el mundo: siempre existirán críticas y quejas; lo mejor es aprovecharlas para aprender y aplicar ese conocimiento en el futuro.

Y siempre estaremos agradecidos con las marcas que cometen errores en su publicidad o que se atreven a generar controversia. Si quieren divertirse, vean la recopilación en Pinterest hecha por Ophelia Pastrana. En ocasiones reflejan problemas severos de la sociedad, no sólo de la ideología de la marca y de sus valores. Sin embargo, como bien sabemos, nadie es perfecto, y hay ocasiones en las que nos hacen pasar muy buenos ratos y nos causan muchas risas con sus errores. Aquí les dejamos uno de los comerciales más controversiales de los últimos años. Se recomienda discreción, pues es un tanto gráfico:

Redacción Círculo Marketing

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