Salva tu teléfono del suicidio por inodoro

Las desgracias cotidianas más comunes tienen que ver con nuestro teléfono móvil: pasamos tanto tiempo junto a él y lo necesitamos de tal manera que si algo le pasa, ‘nos duele’ como si fuera de la familia, aunque lo sabemos más frágil. ¿Qué tienes que hacer si un día se te cae al retrete?

¡Sácalo! ¡No hay tiempo para la vergüenza! Mete tu mano al inodoro y rescata tu teléfono; no olvides sacudirlo y lavarte las manos.

Sécalo. Usa una toalla absorbente para quitar toda el agua posible de tu celular.

Si es posible, desármalo. Hay teléfonos en los que no se puede hacer esto fácilmente, pero si eres capaz (y no arruina tu garantía) quítale la batería y todas las partes removibles.

Mételo en arroz. Y espera 24 horas antes de intentar prenderlo.

Ahora, hay un chiste no tan viejo: reza que en la noche el arroz atraerá asiáticos, quienes arreglarán el teléfono. Pero la realidad es (obviamente) muy distinta: el grano absorberá la humedad del dispositivo, por lo que podría quedar intacto.

SWF