Una Boda Poco Usual

Durante los primeros años de Campus Party en México sucedieron cosas muy divertidas. El evento no deja de serlo, sin embargo hay momentos inolvidables que generaron sonrisas y buenos recuerdos, no sólo para asistentes, sino para quienes seguían el evento desde sus casas.
Una boda que contó con miles de asistentes según Publimetro. Sí, miles. Las conferencias durante el evento, así como sus talleres, usualmente cuentan con tan sólo decenas o cientos de personas, ya que suceden simultáneamente. La multitud se divide entre las distintas temáticas, o en actividades recreativas con sus amigos. Incluso comer y dormir suceden en horarios irregulares.
Debido a ello, es difícil que una gran parte de los asistentes se congreguen para presenciar algo, como sucedió con la boda. Claro que fue una boda sin legalidad alguna y llena de humor. No obstante, deja varias lecciones que pueden servirle a cualquiera que busque proveer de experiencias gratas a sus clientes. Después de todo las bodas son ocasiones alegres.
Timing
Exactamente el mayor logro de la boda fue aprovechar el tiempo correcto en el que la “competencia” no estaba haciendo nada. Es decir, en el horario de madrugada que se llevó a cabo, ya que era el último día de Campus Party, no había más conferencias, concursos o talleres.
Llenar los huecos dejados por un competidor son una de las mejores formas para descubrir y aprovechar mercados emergentes. El ejemplo de Vivala.com es impresionante. Su lanzamiento fue hace dos meses. En el mes previo a ello, que fue de de fase beta, ya habían tenido 300,000 visitas únicas y una audiencia activa y constante de 20,000 fans. Todo gracias a que identificaron en el mercado de mujeres latinas millennials, las necesidades que éstas tenían y otros ignoraban, en cuanto a consumo e interacción con contenidos, según PR Newswire.
El humor vende
Quizá sea obvio, pero muchas marcas aún temen involucrarse con humor. Se debe en parte a que existe la falsa noción de que los chistes le quitan seriedad a una marca. Sin embargo, la boda campusera muestra cómo pasar un buen rato puede ser suficiente motivo para que tener la atención de la gente. Dicha boda se enfocó en hacer bromas geeks durante la breve ceremonia, aprovechando así los intereses que unían a su audiencia.
Alpura es un ejemplo de muchos que ha aprovechado recientemente el buen humor en un elemento de marketing: su botarga. Muchas botargas sólo saludan niños y tratan de atraer gente al ser vistosas. La vaquita de Alpura ha llevado su trabajo al siguiente nivel, pues ahora baila con mucho entusiasmo, como la gente alrededor del mundo lo ha podido ver. Y hablando de Campus Party, incluso ahí su visita se han convertido en una especie de tradición.
Usar el humor es tan útil, que por eso tantas páginas de internet publican imágenes sencillas con chistes día con día. Esto no es lo más recomendable. Si bien genera tráfico e interacciones, es mejor hacer algo que se relacione más directamente con la marca. Conviene usar chistes más generales sólo ocasionalmente, para no saturar a la audiencia.
Redacción Círculo Marketing
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