Cambiar o morir: omnichannel

Las agencias y departamentos de marketing suelen tener un terrible problema: la falta de integración de un equipo. Precisamente eso es lo que la omnicanalidad quiere eliminar, desde la práctica de la producción, hasta las acciones del cliente.
La omnicanalidad es lo que ayuda a un consumidor hiperconectado a hacer sus compras con mucha más satisfacción. Pero las empresas parecen no estar del todo listas para lograr integrar y unificar esfuerzos para lograr una estrategia eficaz que genere lealtad y lo más importante: ventas.
Así, de acuerdo al sitio Adage, empresas como HH Gregg y Jo-Ann Fabric and Craft Stores, tienen disponible su inventario para el público, hacen su compra en línea y van por su producto a donde el cliente requiera. Y aun cuando el tiempo de juntar dos experiencias distintas alargue “el camino de la compra”, es un proceso que se está adoptando y que facilita a los clientes la toma de decisiones.
La omnicanalidad es la experiencia integrada que una empresa le otorga al cliente para facilitar su compra y formar parte de las tiendas que le permiten ser parte activa de una adquisición pensada y convencida.
De acuerdo al sitio Centro de innovación BBVA, la experiencia online y offline conjunta canales diversos. Principalmente experimentamos con los canales digitales, desde nuestros smartphones, la web y las redes sociales; la empresa está totalmente expuesta a críticas desde diferentes canales que podrá atender de forma más personalizada.
En la opinión del sitio A un clic de las TIC, gracias a la ubicuidad y movilidad que las nuevas tecnologías traen al comercio, principalmente al mundo del retail, las estrategias deben ser integrales y personalizadas. Abrir los horizontes de información y adquisición, para que la empresa tradicional no sucumba ante el e-commerce y su flexibilidad.
Un ejemplo de una marca famosa internacional que está apostando por la omnicanalidad.
SWF/DF
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