Hay un límite de pasión en tu start up

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Jefe de Desarrollo en Digital Friks

Probablemente es la primera vez que lees algo así, ¿cómo es posible un límite si estoy dispuesto a todo por lograr el éxito para mi recién formada empresa? Y en parte tienes razón, pero esta pasión, mal enfocada te puede llevar por el camino equivocado.

¿Estás balanceando bien el trabajo y otros aspectos de tu vida? Durante el primer año, esto es más o menos imposible de cumplir: todo urge y todo es importante. En especial cuando tomas inspiración de portales como Inc.com, que publican las historias de emprendedores que empezaron pronto, quizá mucho más jóvenes que tú. ¿Cómo es que a los doce años un niño desarrolló un juego que vendió 5 mil copias en dos años? Si él es capaz de eso, ¿por qué yo no?

¿Tu producto o servicio no se venden como esperabas? Quizá te haya hecho falta un estudio de mercado que te diera sugerencias de cómo venderlo mejor, o que sencillamente te dijera que el mundo no está todavía listo para ti. La pasión que tienes por lo que haces podría nublarte la vista.

¿Estás pensando demasiado en grande? “En un año tendré diez empleados y una empresa de cinco millones de dólares; para 2020, tendré oficinas en distintas ciudades asiáticas e iré a las mismas fiestas que Larry Page”; ¿alguna vez has pensado algo así? Es todavía peor si divagas de esta manera, te quita la atención de lo verdaderamente importante: la planeación y la operación. Tener objetivos es fundamental para crecer, pero estos tienen que ser realizables.

Si dudaste en responder una o más preguntas quizá es el momento de enfocar mejor tu pasión. No lo tomes como si estuvieras al borde del precipicio hacia el fracaso, sino como una oportunidad para lograr metas más realistas. Una vez que las alcances, será el tiempo de volver a poner los ojos en el cielo.

SWF

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