La Necesidad De La Adaptación

Mucho se habla sobre adaptación e innovación. Muchas veces se manejan como sinónimos, pero no se explica el efecto real que tienen estos temas ni en qué consisten fuera de hipótesis. Uno de los escenarios que ilustran de mejor manera las consecuencias de no cambiar cuando es necesario, es el de los supermercados.

En sus orígenes hasta el nombre del término habla de la grandiosidad: “súper”. Aparecieron en el siglo XX como una forma única de comercio en la que todo estaba disponible en un solo lugar. El autoservicio también definía este concepto: lugares en los que uno elige sus propios productos.

Se habían terminado los establecimientos independientes para cada tipo de producto y todo podía ser obtenido al gusto en un mismo sitio y pagado al final. ¿Suena conocido? Internet ha permitido dar el siguiente paso a este mismo modelo, sin embargo los establecimientos de este tipo ahora pierden dinero a nivel mundial.

De acuerdo con The Telegraph, hay una tendencia clara en el Reino Unido, ya que en 2015:

• Sainsbury’s reportó pérdidas de encima de $100 millones de dólares.
• Tesco vio más de 9.4 mil millones dólares irse.
• Morrisons perdió arriba de mil millones de dólares.

Una de las razones es Internet, sí, pero no es la única. Por ejemplo, la crisis económica de 2008 y en general los cambios en las conductas de los compradores, sumados a la gran oferta actual de opciones variadas, hacen que los márgenes de ganancias desaparezcan para estos monstruos del comercio.

La recesión económica hizo que los clientes de supermercados buscaran alternativas y así se desarrollaron nuevas prácticas. Lo peor del caso para estas empresas es precisamente la mala labor de adaptación que han tenido, queriendo fusionar novedades de la era del Internet, con su modelo de negocios tradicional.

Una de estas fallas es el envío gratuito. Ya que es un de las mejores prácticas al vender en línea, la han adoptado. El problema es que al hacerlo, estos comercios están cubriendo costos que no tenían considerados y que no funcionan para ellos. Cientos de millones de dólares se pierden por los envíos en línea ya que, de acuerdo con el Daily Mail, incluso cuando los clientes pagan por las entregas, el combustible, empaque, manejo y vehículos representa un gasto no recuperado para la empresa.

Para adaptarnos con éxito, es necesario considerar transformaciones que en ocasiones son muy grandes. La sobresaturación de estos locales también les está causando daño. Aunque el CEO de Tesco, Dave Lewis, compara la situación con la de un paciente médico que puede recuperarse, según The Guardian, el optimismo sólo se consolidará si se reestructuran procesos y métodos.

Quizás el cierre de algunas tiendas de Tesco sea necesario o tal vez algo tan brutal como depender de venta online como la mayoría de sus ingresos. Veremos el resto de las decisiones este año, pero lo que debemos aprender es a nunca estar confiados y siempre mantenernos alerta de las circunstancias del mercado para tomar decisiones de negocios acertadas.

Redacción Círculo Marketing