La higiene es importante, hasta en las bases de datos

¿Recuerdas tu primer correo electrónico? Si tuviste algo de suerte, seguramente lo abriste en servicios como Yahoo o Hotmail; pero quizá fuiste parte de quienes estaban en sitios ya desaparecidos como CorreoWeb o Uolmail.

Quizá tuviste la desgracia de caer en la tentación de elegir un nombre de usuario “chistoso”, pero que ahora recuerdas con una risa avergonzada, y si todavía existe, esas bandejas de entrada están llenas de cientos de correos: campañas de marketing que esperan un ‘open’ que nunca llegará.

Como marca, ¿cómo te afecta tener cuentas inactivas? Pardot te da la respuesta:

Hay varios “vigilantes” que pueden entorpecer el que tu mensaje llegue a quien sí quiere verlo: proveedores de servicio de internet, filtros de spam y servicios de seguridad de los servidores, monitorean la efectividad de tu campaña para decidir si el correo épico que creaste (gracias nuestras recomendaciones) llegará a la ansiada bandeja de entrada o será desterrada a la de correo no deseado.

A pesar de que las soluciones de marketing automation, te ayudan a saber qué direcciones son “basura”, Mailchimp te recomienda usar servicios específicos de limpieza de tus listas.

Entre las características que debe tener una “lavada de lista”, deberías buscar un status de engagement de cada suscriptor: si un contacto lleva años sin abrir tu correo, aunque no se desvincule de la lista, claramente no le interesa lo que le quieres decir y deberías dejar de mandar correo que para él es basura.

Con esta acción podrías limpiar hasta el 64% de tu base, tal como reporta Marketing Sherpa.

Por último, un consejo que nunca sobra: no compres listas de correos. No te sirve de nada gastar en “alimentar” a un target que nunca necesitará tus servicios.

SWF/DF