El Valor De La Experiencia

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Valor Experiencia

Se dice con mucha frecuencia que el camino al éxito está lleno de fracasos y que se aprende más de las fallas y errores que del éxito. Estos dichos populares parecen enaltecer lo negativo y en ocasiones generan miedo en algunos antes de emprender: “¿para qué lo intento si no va a salir a la primera?”. Claro, pocas cosas salen bien en el primer intento, pero la esencia detrás de estas frases comunes que no siempre son ciertas es otra: la experiencia es lo más valioso.

Eso sí es correcto y se adquiere tanto de fracasos como de triunfos. El enfoque en el crecimiento personal no debe ir ligado a lo positivo o lo negativo. Lo que importa más que fallar o triunfar, al momento de madurar, es la humildad para aprender de lo vivido, corregir debilidades y también reconocer nuestras propias fortalezas para sacarles provecho.

El mundo de los negocios está lleno de ejemplos: individuos y organizaciones que de un día para otro consiguieron el éxito a través de la ejecución cuidadosa de una gran idea, después de mucho trabajo y planificación. La experiencia es una moneda de cambio que nunca se devalúa y a la cual todos aprecian. Tras el éxito, es difícil imaginar a un gigante de los negocios fallar.

Por ejemplo, Google es líder en servicios de todo tipo, en especial de marketing digital a través de su famoso algoritmo que nos hace preocuparnos por el contenido, el SEM y el SEO, al igual que mediante su propio navegador (tanto web como móvil), su motor de búsqueda estrella y su sistema operativo. Sin embargo la ambición de la compañía en los últimos años también incluye el desarrollo de mejoras en software, automatización, realidad virtual y hasta inteligencia artificial.

El monstruo en el que se convertido Google (Alphabet) parece ser insuperable. Así como Disney adquiere empresas cuando desea entrar a un nuevo sector del mercado, parece que si Google se plantea algo, lo logra y es difícil hacerle competencia. Eso puede disuadir a muchos emprendedores de la era digital que se pregunten: “¿para qué lo intento si ya hay quien lo hace?”. Por tanto conviene destacar dos cosas:

  1. El miedo no lleva a ningún lado y es un verdadero enemigo del emprendimiento. Fracasar duele, pero deja experiencia y ayuda a la creatividad. No intentar algo, por otra parte, no deja nada bueno jamás.
  2. En toda industria, pero en particular en el mercado de la tecnología de consumo, e incluso en el de investigación y desarrollo, nunca, en verdad nunca, ya va a existir todo. Precisamente de eso se trata la innovación y es necesario que más gente inicie la aventura y ponga toda su experiencia, poca o mucha, en la ejecución de una idea para que se consolide en una oferta bien definida.

Para demostrar que la paciencia, la experiencia y la planificación valen y que no seguir las tendencias puede traer grandes recompensas, hace unas semana un hombre de 75 años lo demostró a través de la innovación y un avance tecnológico que podría revolucionar la era digital.

¿El hombre? Daniel Goldin, quien fue el administrador de la NASA que más tiempo ha conservado el puesto (9 años) entre 1992 y 2001. ¿El anuncio? Algo que parece común en esta época: una nueva empresa de tecnología con una oferta nueva. Sin embargo los detalles hacen el asunto más interesante, pues de acuerdo con Science Alert, su empresa nueva, KnuEdge, pretende competir y superar a Google e Intel con algo que mantuvo en secreto por cerca de 10 años.

Daniel Goldin

Daniel Goldin.

Después de 2003, Goldin prácticamente desapareció de la vista del público y mantuvo un verdadero perfil bajo. Durante una década se esforzó en desarrollar lo que anunció el pasado 6 de junio: su misión para desarrollar el procesador de computadoras más avanzado y que defina el futuro. “No queremos estar en el campo de juego, queremos definir dónde estará el campo de juego”, es o que dijo Goldin de acuerdo con Business Insider.

Desde hace años sabemos que se acerca el fin de la era del silicón, pues los microprocesadores casi llegan a sus límites físicos y es necesario pensar en alternativas para resolver los problemas del futuro, en lugar de quedarnos con una límite en la capacidad computacional por años. Un efecto de esto ha sido la inversión hecha alrededor de todo el mundo en computación cuántica.

KnuEdge, la empresa de Goldin llegó con una misión y un producto inicial que ya hacen ruido en el mercado. KnuVerse fue el primer anuncio de producto: una herramienta asistida por “inteligencia artificial” (programación de aprendizaje) para identificar voces. A diferencia de lo que conocemos en el mercado, ésta promete, de acuerdo con Goldin, hacerlo incluso dentro de los ambientes más contaminados con ruido. Han hecho pruebas y KnuVerse ha reconocido una voz específica entre otras muchas hasta 8 veces con mayor volumen que la voz objetivo y 4 de los imitadores de voces más talentosos del mundo no pudieron confundir al programa, explicó Goldin, de acuerdo con Bloomberg.

Todos los que haya usado asistentes como Siri y Google now sabrán lo importante que son estos logros, si es que todo es cierto. El mercado se benificiaría mucho con esta tecnología, pues todo tipo de dispositivos inteligentes podría ofrecer experiencias mucho mejores, además de que al incorporar KnuVerse se ahorrarían mucho en investigación. Asimismo, cuando alguien lo hace, otros se unen, pues ya se sabe posible y la competencia inicia.

Llama la atención aventurarse a desarrollar hardware, pues pocos lo hacen. Muchos menos son los que entran como jugadores nuevos a la industria, pues algunos como Google lo hacen después de haberse convertido en una empresa sólida y con gran éxito. Lo que más impacta es la ambición de KnuEdge: ser proveedor y líder en tecnología basada en la neurociencia, pues Goldin ve en el futuro cercano la llegada de más máquinas que aprendan y la inminente popularidad de las redes neuronales.

Más que experiencia

Ya dijimos que el valor de la experiencia es alto. Alguien que administró un organización tan ambiciosa y con límites presupuestales tan significativos como lo es la NASA, sin olvidar su beneficio para todo el mundo, seguro sabe algo sobre formar equipos, hacer rendir los recursos e identificar áreas de oportunidad en el futuro de las aplicaciones comerciales, académicas y empresariales de la ciencia y la tecnología.

¿Cómo logró emprender en esto a los 75 años, dentro de esta economía y de forma tan innovadora? Gracias a lo que él llama dinero paciente. Identificó sus objetivos hace años, pero necesitó de personas, colaboradores e inversionistas dispuestos a invertir a largo plazo. Es decir, invertir sumas grandes de dinero, así como mucho tiempo y tener la paciencia necesaria para ver los resultados, de acuerdo con The Wall Street Journal. Así fue que juntó $100 millones de dólares en San Diego, California, pues además quería mantenerse alejado de Silicon Valley.

Si todo marcha bien, pronto veremos noticias sobre el desarrollo de nuevos procesadores. El que anunció inicialmente cuenta con 256 núcleos que pueden encargarse de diferentes procesos a la vez, lo cual es muy bienvenido pues en ocasiones muchos de los mejores procesadores actuales no lo logran, sino que sólo son muy rápidos, pero dedican todos sus recursos a la misma tarea al mismo tiempo.

¿Cómo piensan que el mundo cambiará en cuestión de tecnología para 2025?

Redacción Círculo Marketing

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